24 de febrero de 2010

In extremis I

Cuando la luna sea la única que nos vea

y sin embargo nosotros no a ella.

Cuando el sol esté tan cerca como para extrañarlo

y el frió sea imposible de comprar.

Cuando mis hijos deseen no haber nacido,

y no haya vuelta atrás; yo desearé haberte escuchado.

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